Instagram para empresas: lo básico para empezar

La forma de hacer negocios en línea ha cambiado definitivamente en los últimos años: si antes las redes sociales eran meros efectos secundarios, ahora las empresas ya no pueden prescindir de ellasy no hablamos sólo de Facebook, sino también y sobre todo de Instagram quea través de las diversas funcionalidades que pone a disposición de los usuarios, permite promocionar productos y servicios a gran escala.

La necesidad de presionar en Instagram se deriva de un cambio en los hábitos de consumo: mientras que hasta hace unos años las búsquedas de un producto/servicio se realizaban en Google, hoy en día la mayor parte de la información se busca directamente en las redes sociales.

Según las estadísticas, más de 500 millones de usuarios utilizan Instagram a diario. Un hecho que ninguna empresa puede (y debe) subestimar en absoluto.

Cómo utilizar Instagram para los negocios

Hay un mar entre el decir y el hacer, dice un viejo refrán; sin embargo crear una cuenta de Instagram para tu empresa y hacerla funcional y rentable ya no es tan difícilPor el contrario, basta con seguir unos sencillos pasos para optimizar las actividades desde el principio, tener claro lo que hay que hacer (y quién debe hacerlo), conocer a su público objetivo y ofrecerle lo que más le gusta.

Aquí tienes tres consejos útiles para empezar:

1. Creación de una cuenta de empresa

El primer paso consiste en crear una cuenta de empresa, que puede hacerse desde cero o convirtiendo una cuenta personal en una cuenta de empresa. En este último caso, el procedimiento es realmente sencillo: basta con ir a la configuración de la cuenta y cambiar su naturaleza de forma totalmente gratuita.

Tener un perfil de empresa es muy importante porque puedes tener acceso a numerosas funciones específicamente diseñadas por Instagram para empresas, como enlazar con la página de empresa en Facebook, crear publicaciones publicitarias de pago, acceder a Insights y mucho más.

En particular, precisamente la Perspicacia son interesantes y muy útiles para las empresas, porque permiten obtener una gran cantidad de información relacionados con las publicaciones que mejor funcionan, las horas en las que se producen más interacciones y las características de su público objetivo (edad, sexo, intereses), que le ayudarán a mejorar su estrategia de ventas.

2. Optimización del perfil

Tras crear una cuenta corporativa, no basta con escribir un par de líneas de una biografía y añadir una foto de perfil; al contrario, es necesario proporcionar a los usuarios toda la información posible con el objetivo de atraerlos, implicarlos y hacerles ver que se puede responder a sus necesidades. En consecuencia, nunca deben faltar el sector, el número de teléfono, el sitio web y la dirección de una posible ubicación física, para lo cual Instagram crea automáticamente botones (Llamar, Correo electrónico, Obtener indicaciones).

Además, es importante utilizar una imagen de perfil que refleje la marca (de hecho, la recomendación es utilizar el logotipo), para ser fácilmente reconocible, sobre todo por los clientes fieles. También se pueden crear hashtags personalizados que se indicarán en la biografía y se utilizarán en los distintos posts publicados; de este modo, encontrar la actividad será aún más fácil.

3. Producir contenidos de calidad

Esto nos lleva al paso más importante: crear y compartir publicaciones de calidad. Cuando hablamos de «calidad», no sólo nos referimos a una imagen bonita o a un texto bien escrito, sino también y sobre todo al tipo de contenido, que debe estar en consonancia con los gustos de la audiencia y crear expectación.

Por supuesto, siendo Instagram una red social casi predominantemente basada en imágenes, está claro que hay que hacerlo bien, sobre todo si el objetivo final son las ventas: los productos deben ser reconocibles y claramente visiblesLos colores utilizados deben estar en consonancia con la marca y el resultado final debe parecer armonioso y coherente.

Es importante recordar que un público fiel espera actualizaciones, por lo que la cadencia y la frecuencia de publicación deben acordarse al principio de la estrategia (quizá mediante la redacción de un plan editorial social) y ser respetadas por todos.

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